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Seguridad y transición: lo que debes saber antes de usar una cama Montessori
Las cama Montessori fomentan la independencia del bebé desde sus primeros pasos, pero requieren una preparación cuidadosa del entorno para ser seguras. Esta guía responde a todas las dudas sobre cuándo, cómo y bajo qué condiciones introducir una cama Montessori en casa.
Las cama Montessori, conocidas también como “camas en el suelo”, están cada vez más presentes en los hogares españoles por su enfoque centrado en el niño y sus beneficios en el desarrollo infantil. Pero antes de dar el paso, es importante tener claras las implicaciones de esta transición: desde la seguridad y edad recomendada hasta cómo preparar el espacio para evitar riesgos.
¿Es segura una cama Montessori?
Sí, siempre que se prepare correctamente el entorno: colchón firme, sin objetos peligrosos alrededor y supervisión adecuada según la edad.
El principal temor de muchas familias es la seguridad, sobre todo porque las cama Montessori no tienen barrotes. Sin embargo, al estar al nivel del suelo, el riesgo de caídas graves se reduce drásticamente. Aun así, es imprescindible adaptar el entorno con alfombras suaves, eliminar objetos pequeños o enchufes accesibles y anclar bien los muebles.
Aunque no existe una normativa específica para cama Montessori, se aplican los mismos principios generales de seguridad infantil: colchones firmes, materiales no tóxicos (con certificaciones como FSC para madera) y estructuras estables. Si se cumplen estas condiciones, la cama Montessori es una opción segura desde los 12 meses, y en algunos casos incluso antes si el entorno está debidamente preparado.

Riesgos comunes y cómo prevenirlos
La seguridad no depende solo del mueble, sino de todo lo que lo rodea. Un entorno preparado es clave.
Estos son los riesgos más habituales y cómo evitarlos:
- Caídas leves: Coloca alfombras o esterillas acolchadas alrededor del colchón.
- Exploración nocturna: Usa puertas de seguridad si el niño puede salir del dormitorio.
- Acceso a objetos peligrosos: Asegura cables, tapa enchufes y guarda objetos pequeños fuera de su alcance.
- Inestabilidad del mobiliario: Ancla estanterías y no uses muebles altos cerca de la cama.
Recuerda que la vigilancia durante los primeros días de transición es fundamental hasta que el niño se familiarice con su nuevo entorno.
Edad recomendada para la transición
A partir de los 12 meses suele ser un buen momento, pero todo depende del desarrollo motor y del entorno preparado.
No hay una edad universal. En general, se recomienda introducir la cama Montessori entre los 12 y 24 meses, coincidiendo con una mayor autonomía motriz. Algunos padres lo hacen antes (a partir de los 8-10 meses), siempre que el entorno esté 100% infantizado.
Si el niño ya intenta salir de su cama tradicional o muestra frustración por no poder moverse libremente, puede ser señal de que está listo para la transición.
¿Cómo hacer la transición de forma segura?
La clave es hacerlo de forma gradual, involucrar al niño en el proceso y observar mucho.
Aquí van algunas estrategias efectivas:
- Hazlo poco a poco: empieza con siestas en la cama Montessori antes de usarla por la noche.
- Prepara el entorno con anticipación: elimina riesgos antes del primer uso.
- Permite que el niño participe: deja que elija la sábana o coloque un peluche en su nueva cama.
- Mantén rutinas de sueño estables: eso ayudará a que el cambio no altere sus horarios.
Comparativa: cama tradicional vs cama Montessori
Característica | Cama tradicional | Cama Montessori |
---|---|---|
Altura | Elevada, con barrotes | A ras de suelo |
Autonomía del niño | Limitada | Alta |
Riesgo de caídas graves | Bajo (contenida) | Muy bajo (sin altura) |
Preparación del entorno | Menos exigente | Requiere entorno 100% infantilizado |
Edad recomendada | 0 a 24 meses | Desde 12 meses aprox. |
Beneficios en desarrollo | Protección | Independencia, desarrollo motor |
¿Qué errores evitar al usar una cama Montessori?
No basta con comprar una cama baja; hay que adaptar todo el entorno para que sea seguro y funcional.
Errores frecuentes que conviene evitar:
- Dejar objetos peligrosos al alcance.
- Usar colchones blandos o mal ajustados.
- No anclar los muebles cercanos.
- Introducir la cama sin preparación progresiva.
- No considerar el temperamento del niño (algunos necesitan límites más definidos).
¿Y si mi hijo se levanta mucho por la noche?
Es normal al principio. El éxito depende de la rutina, el entorno y la edad del niño.
Este es uno de los retos más comunes. Algunos niños se adaptan fácilmente, mientras que otros necesitan un poco más de tiempo. En estos casos:
- Usa barreras visuales suaves (como cojines o alfombras).
- Asegura la habitación para que no haya nada peligroso si se levanta.
- Mantén las luces bajas y un entorno tranquilo.
- Refuerza con rutinas constantes antes de dormir.

Conclusión: libertad con límites seguros
La cama Montessori es segura y beneficiosa si se aplica con sentido común, preparación del entorno y atención al ritmo del niño.
Adoptar una cama Montessori es una decisión que va más allá del mobiliario: implica un cambio de mentalidad. Permite que el niño explore, se mueva y gane autonomía, siempre dentro de un entorno seguro, preparado y observado.
Cada vez más familias optan por este enfoque por su simplicidad y beneficios en el desarrollo. Solo se necesita adaptar el espacio, observar al niño y avanzar paso a paso.
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