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Moisés de Segunda Mano: Qué revisar antes de comprar
Vale, vamos al grano: un moisés te durará 4-6 meses como mucho, pero eso no hace que la decisión sea fácil. He estado investigando a fondo qué cuentan otros padres sobre comprar de segunda mano, y la verdad es que hay mucho que tener en cuenta. Lo interesante es que aunque parece que te ahorras un montón, cuando le sumas el colchón nuevo (que sí o sí tienes que comprar), el ahorro real no es tanto – hablamos de unos 20-40€ de diferencia real.
Pero ojo, que el moisés puede ser un salvavidas si vives en un piso pequeño, has tenido cesárea o tu casa tiene varios pisos. Y sobre la segunda mano: puede ser una opción totalmente válida, pero hay un par de cosas que tienes que mirar con lupa – especialmente las asas, que son el punto débil número uno.

Lo que cuentan los padres de verdad
Historias reales de compras de segunda mano
Las experiencias son súper variadas. En los foros de maternidad encuentras de todo. Hay gente que regala el moisés después de usarlo 5-6 meses, normalmente completo pero sin colchón – esto es un patrón que se repite constantemente. Es habitual que le cambien las cintas decorativas…
También hay quien tiene mucha suerte comprando en internet: pagan 35€ y les regalan hasta una hamaca. O les dan también una minicuna de viaje plegable gratis, y luego no saben cuál usar. Esto de los “extras inesperados” pasa bastante cuando compras de segunda mano.
Pero no todo es color de rosa. Hay casos de gente que le prestan uno y no le gusta, y acaban pasando al niño directamente a la cuna. O usan el capazo del carrito durante el día en el salón porque al bebé “se sentía asfixiado sin campo de visión”. A los 2 meses acaban comprando hamaca. Conclusión: no todos los bebés se adaptan al moisés.
¿Cuánto tiempo se usa de verdad?
La mayoría de los padres lo usa entre 4-6 meses, que es cuando el bebé empieza a moverse y el moisés pierde su gracia. Hay quien cuenta que su bebé nació con 52cm en noviembre y para después de navidades ya estaba montando la cuna – o sea, apenas 2-3 meses.
Lo que te dicen matronas y organizaciones de seguridad es: cuando tu bebé sea capaz de mantenerse sentado por sí mismo, se acabó el moisés. Los capazos no tienen suficiente profundidad cuando los bebés se sientan, y ahí aumenta el riesgo de caída.
Hay padres que lo usan incluso menos: “El moisés se limita al tercer o cuarto mes”, especialmente si tu bebé es grande o nace en verano, que crecen más rápido.
Este dato es importante para la segunda mano: significa que la mayoría de moisés usados apenas han tenido 4-6 meses de uso real, así que estructuralmente suelen estar bastante bien. El problema no es el desgaste por uso intensivo, sino cómo se han guardado después.
El debate: ¿nuevo o de segunda mano?
El argumento económico pesa, pero con matices. Hay moisés que costaron originalmente 265€, se usaron solo 2 meses, y los venden por mucho menos. El típico comentario es: “No quiero dejarme mucho dinero, que ahora nos vienen muchos gastos… y dura poquito tiempo”.
También está quien le atrae el estilo vintage/emocional: hay algo especial en reutilizar el moisés familiar, con la carga emocional que supone que tu bebé duerma donde durmió su padre o abuelo.
Lo que recomiendan muchos padres es una solución intermedia: capazo de segunda mano de alguien de confianza pero colchón nuevo sí o sí. “Podéis cambiarle sólo las vestiduras al moisés bebé que tengáis por casa, y le dais una vuelta dejándolo como nuevo”.
Problemas reales que encuentras en segunda mano
Cuando miras anuncios de segunda mano, ves de todo. Un vendedor admitía sin tapujos: “Las patas de madera están un poco mordidas por una perrita, pero están bien”. Otro: “Tiene algunas zonas que me ha costado bastante dejar blanca, apenas apreciable montada”.
El colchón es el tema estrella: muchos lo venden sin colchón directamente porque saben que hay que comprarlo nuevo. Las vestiduras sucias o descoloridas también son típicas: cuando lees “la funda de tela se compró nueva hace un tiempo” ya sabes que la original estaba destrozada.
Normativas y seguridad: lo que realmente importa
Qué ha cambiado en los últimos años
Las normativas de seguridad han evolucionado bastante. Los moisés que cumplen los estándares actuales tienen que pasar unos requisitos más estrictos que hace unos años: la altura interior desde el colchón tiene que ser suficiente para que el bebé no se impulse, los sistemas de ruedas necesitan bloqueos seguros, y los materiales naturales como mimbre o palma tienen que estar tratados para eliminar bichos.
Esto es importante porque muchos moisés antiguos no cumplen estos nuevos requisitos. Los que se venden ahora nuevos vienen con toda la información del fabricante, advertencias claras en español, e instrucciones de montaje y mantenimiento.
Certificaciones que te dan tranquilidad
Cuando compras nuevo, te encuentras con algunas certificaciones que merece la pena conocer:
OEKO-TEX: Es la certificación textil más seria. Prueban más de 1.000 sustancias para asegurarse de que las telas no tienen nada tóxico. Esto incluye cosas como formaldehído, metales pesados, colorantes chungo, pesticidas… vamos, todo lo que no quieres cerca de tu bebé. Lo mejor es que prueban incluso la resistencia a la saliva, porque los bebés lo chupan todo.

Marcado CE: Este es obligatorio para cualquier cosa que se venda en Europa. Es la garantía mínima de que el producto cumple con los requisitos básicos de seguridad.
La fabricación española también está ganando peso. Muchas marcas destacan que sus moisés están hechos aquí, con artesanos locales que usan técnicas tradicionales. Esto da cierta tranquilidad porque hay control de calidad y trazabilidad.

Checklist: qué mirar antes de comprar de segunda mano
Las asas: lo primero y más importante
Esto es súper importante: hay casos documentados de accidentes por rotura de asas. Los expertos son claros: nunca transportes el moisés con el bebé dentro, ni aunque las asas parezcan nuevas. Siempre lleva una mano debajo como soporte.
Cuando vayas a ver un moisés de segunda mano, fíjate bien en las asas:
Longitud y tensión: Las asas tienen que juntarse en el medio sin hacer fuerza. Si tienes que presionar para unirlas, es que se han estirado y están comprometidas.
Puntos de unión: Mira con lupa dónde se unen las asas al capazo. Busca grietas pequeñísimas, desgaste del material, o que se estén separando de la estructura.
Test casero: Levanta el capazo vacío por las asas y sacúdelo un poco. Si cruje o se mueve raro, mal asunto.
Asas de cuero: Míralas de cerca buscando grietas o líneas blancas. Esas líneas blancas significan que las fibras internas se están separando.
La estructura: mimbre, palma o bambú
Presiona suavemente la base y los laterales. No debería sonar a crujido ni flexionar demasiado. Pasa la mano por toda la superficie, dentro y fuera, buscando hebras sueltas que puedan ser peligrosas.
Moho = descartado directamente. Busca manchas oscuras (negras, verdes, grises), olor a humedad, o polvillo blanquecino. El moho no se va del todo con limpiar, y puede causar problemas respiratorios al bebé.
Bichos: Agujeros pequeñitos del tamaño de la punta de un alfiler pueden indicar termitas o polillas. Si hay polvillo parecido a serrín, significa que hay bichos activos comiéndose las fibras.
Si huele muy fuerte a humedad y no se va después de dos días aireando, descártalo. Tampoco vale la pena si está muy decolorado por el sol – significa que las fibras están quebradizas y pueden romperse de repente.
El colchón: aquí no se escatima
Todas las organizaciones de seguridad infantil coinciden: el colchón tiene que ser nuevo, sin discusión. Los estudios vinculan los colchones de segunda mano con un ligero aumento del riesgo de muerte súbita.
Si aún así te planteas usar uno de segunda mano (aunque no lo recomiendo), tiene que cumplir TODO esto a la vez:
- Funda 100% impermeable sin roturas
- Durísimo, que no se hunda al presionar
- Sin manchas de ningún tipo
- Sin olor a humedad o rancio
- Que encaje perfectamente, sin huecos
- Completamente plano, sin deformaciones
Nunca uses un colchón de segunda mano que venga de fuera de tu familia directa, que haya estado guardado en sitios húmedos, o que no tenga funda protectora impermeable.
Vestiduras y telas
Los lazos y cintas no pueden ser largos (riesgo de estrangulación). Las costuras tienen que estar intactas, sin hilos sueltos. Las cremalleras tienen que funcionar bien y tener protector para no pillar la piel del bebé.
La tela no debe tener desgarros, estar muy decolorada por el sol, o rígida (señal de que la han lavado con productos chungo).
Descarta si huele a tabaco o moho incluso después de lavar – significa que está impregnado hasta el fondo. También si la tela está quebradiza o las manchas no salen.
La base o estructura de soporte
Tiene que estar estable. Si se tambalea más de un poco al empujarla, no vale. Las patas tienen que tener gomas antideslizantes en buen estado – si están duras o agrietadas, no hacen su trabajo.
Si tiene mecanismo de balanceo, el bloqueo tiene que funcionar bien, sin juego. Mira las soldaduras metálicas buscando grietas. Los tornillos todos presentes, ajustados (pero sin pasarse), y sin óxido.
Cuánto dura realmente un moisés
El moisés se usa activamente 3-6 meses por bebé. La vida útil total del capazo puede ser de 5-10 años si se guarda en sitio seco y estable. Lo recomendable es usarlo con máximo 3 bebés dentro de la misma familia.
Los colchones duran 3-5 años en condiciones perfectas, pero hay que cambiarlos para cada nuevo bebé si viene de fuera de casa. Si ha estado guardado más de 2 años en condiciones no ideales (humedad, calor/frío extremo), los materiales internos se degradan.
Las vestiduras aguantan 2-3 bebés si las lavas bien y con cuidado. Hay que cambiarlas cuando pierden elasticidad, se decoloran mucho, o están rígidas.
Las asas de cuero duran 5-7 años si no les da la humedad o el sol; las de cuerda natural 3-5 años. Ante la primera señal de desgaste, hay que cambiarlas – no esperes. Deformación indica que la estructura ha perdido tensión.
Señales de insectos son peligrosas y comunes en moisés almacenados incorrectamente. Agujeros pequeños del tamaño de alfiler indican termitas o polillas. Residuo en polvo o serrín sugiere actividad activa de insectos comiendo las fibras.
Decoloración extrema por sol significa fibras frágiles y quebradizas que pueden romperse súbitamente bajo peso. Olor penetrante a humedad que no se elimina después de airear 48 horas indica daño profundo.
El colchón: siempre nuevo, sin excepciones
Consenso absoluto de todas las organizaciones de seguridad: OCU, The Lullaby Trust, NCT, y AAP coinciden en que el colchón debe ser nuevo. Investigación de Tappin et al (2002) en British Medical Journal vincula colchones de segunda mano con ligero aumento del riesgo de SIDS.
Si insistes en evaluar colchón usado, debe cumplir todo simultáneamente: funda 100% impermeable sin roturas microscópicas, firmeza total sin hundimiento al presionar (máximo 3cm de compresión), sin manchas visibles de ningún tipo, sin olor a humedad o rancio, ajuste perfecto con máximo dos dedos de separación en cualquier punto, grosor de 4-7cm típicamente, completamente plano sin deformaciones, etiqueta ignífuga presente, y cumplimiento de BS EN 16890:2017+A1:2021 o UNE-EN 16890.
Nunca usar colchón de segunda mano que venga de fuera de la familia inmediata, haya estado almacenado en lugares húmedos, no tenga funda protectora impermeable integral, o tenga más de 3-5 años de antigüedad. El deterioro interno de espumas y materiales no es visible externamente pero afecta seguridad.
Señales de desgaste peligroso: hundimiento mayor a 3cm al presionar con la mano, “efecto memoria” manteniendo forma de la mano después de presionar (indica pérdida de resiliencia), manchas amarillentas u oscuras incluso si están superficialmente limpias (fluidos corporales penetran profundamente), olor dulzón o rancio indicando descomposición interna, grietas en la funda incluso pequeñas (permiten entrada de humedad), o superficie irregular y grumosa.
Vestiduras y textiles
Lazos y cintas deben poder atarse firmemente y no superar 36cm de longitud (riesgo de estrangulación). Costuras deben estar intactas sin hilos sueltos que bebé pueda arrancar e inhalar. Cremalleras deben funcionar suavemente y tener protector para no pellizcar piel.
Tejido no debe tener desgarros, decoloración extrema por sol, o rigidez indicando uso de productos de limpieza inadecuados. Almohadillas laterales si existen deben ser finas y permitir flujo de aire – almohadillas gruesas acolchadas reducen ventilación peligrosamente.
Descartar si hay olor persistente a humo o moho después de lavar (indica impregnación profunda), tejido quebradizo por lavados con lejía u otros químicos agresivos, o manchas que no salen indicando daño estructural de fibras.
Base y estructura de soporte
Estabilidad es no negociable. No debe tambalearse más de 15 grados al empujar desde cualquier ángulo. Patas antideslizantes deben estar presentes y en buen estado – gomas endurecidas o agrietadas no proporcionan fricción.
Si tiene mecanismo de balanceo, el bloqueo debe funcionar decisivamente sin juego. Soldaduras metálicas deben inspeccionarse buscando grietas microscópicas por fatiga – estas se propagan súbitamente. Tornillos todos presentes, ajustados sin estar sobre-apretados (causa daño), y sin óxido visible.
Vida útil realista de componentes
El moisés completo se usa activamente 3-6 meses por bebé hasta que pueda sentarse, darse vuelta, o alcance 9kg. La vida útil total del capazo es 5-10 años si se mantiene en ambiente seco y estable. Límite recomendado: 3 bebés máximo dentro de la misma familia.
Colchones tienen vida útil de 3-5 años en condiciones óptimas, con reemplazo obligatorio para cada nuevo bebé si viene de fuera de casa. Almacenamiento por más de 2 años en condiciones no óptimas (humedad, temperatura extrema) degrada materiales internos.
Vestiduras duran 2-3 bebés con lavados apropiados a baja temperatura. Señales de reemplazo incluyen pérdida de elasticidad en cintas, decoloración no uniforme, y tejido que se siente rígido.
Asas de cuero duran 5-7 años sin exposición a humedad/sol; asas de cuerda natural 3-5 años. Reemplazo ante primera señal de desgaste – no esperar.
Estructura de madera/metal dura 10+ años si se mantiene en interior, pero requiere inspección cada 6 meses durante uso activo.

Ventajas de comprar nuevo (más allá de marcas)
Tranquilidad desde el minuto uno
Cuando compras nuevo, sabes que cumple con los estándares de seguridad actuales. Viene con toda la documentación, instrucciones en español, y garantía de 2 años que cubre cualquier defecto de fabricación. Si hay alguna retirada de producto, el fabricante tiene tus datos para avisarte.
Esto no es menor: las normativas han cambiado bastante en la última década, y moisés de hace 5-10 años pueden no cumplir los requisitos actuales de altura, bloqueos, o tratamiento de materiales.
Materiales certificados y transpirables
Los moisés nuevos que se venden ahora ponen mucho énfasis en lo de “transpirable”. Los capazos de mimbre, palma o bambú naturales ya permiten buena circulación de aire, pero ahora lo combinan con vestiduras de muselina o gasa de algodón orgánico.
La certificación OEKO-TEX se está volviendo estándar en las marcas españolas. Esto garantiza que todas las telas (incluido hilos, botones, cremalleras, etiquetas) se han probado y no tienen sustancias tóxicas. Es tranquilizador para piel tan sensible como la de un recién nacido.
Los colchones nuevos también han mejorado: muchos tienen perforaciones específicas para mejorar la transpirabilidad, y usan espumas que mantienen la firmeza durante años. El ajuste perfecto al capazo también está garantizado – sin huecos peligrosos.
Fabricación española como garantía
“Fabricado en España” se ha convertido en un valor importante. Las marcas destacan la producción artesanal por artesanos locales que usan técnicas tradicionales de tejido. Los capazos hechos a mano son ligeramente únicos, con tratamiento manual de la palma o mimbre.
Esto también da trazabilidad: sabes de dónde viene, quién lo ha hecho, y tienes garantía de que los materiales cumplen con los estándares europeos. Además, la producción local suele ser más sostenible.
Higiene garantizada
Esto se ha vuelto más importante después de la pandemia. Un moisés nuevo viene con desinfección profesional de las fibras naturales, sin historia de uso previo (nada de bacterias, ácaros, o fluidos corporales de otros bebés), y tratamiento certificado contra insectos.
Para muchos padres primerizos, esta tranquilidad no tiene precio. Las vestiduras vienen en embalaje sellado, sin haber estado expuestas a ambientes de otras casas.
El ahorro real de segunda mano
Vale, vamos con números reales. Un moisés nuevo con todo (capazo, vestiduras, colchón y estructura) te puede costar entre 260-400€ dependiendo de la marca y el modelo.
En plataformas de segunda mano encuentras:
- Nivel básico: 50-70€ (usado, buen estado, set básico)
- Rango medio: 75-150€ (apenas usado, completo)
- Premium reciente: 150-200€ (marcas buenas, solo 2-3 meses de uso)
Pero ojo: A esto tienes que sumarle el colchón nuevo obligatorio, que cuesta 40-60€.
Entonces, el ahorro real es:
- Compras de segunda mano por 70€ + colchón nuevo 50€ = 120€ total
- Compras nuevo por 280€
- Ahorro real: 160€
No está mal, pero tampoco es una diferencia brutal. Para algunos, esos 160€ son importantes; para otros, prefieren pagar un poco más y tener la tranquilidad del nuevo.
Los que compran nuevo lo hacen por…
Seguridad y certificaciones: Saben que cumple con los estándares actuales, no hay defectos ocultos ni sorpresas, viene con garantía de 2 años, y si hay alguna retirada del producto el fabricante te avisa.
Tema higiene: No saber quién lo usó antes se hace cuesta arriba para algunos. Con todo el tema del COVID, muchos padres primerizos prefieren materiales frescos para la piel sensible del recién nacido. El tratamiento profesional contra bichos en mimbre/palma también da tranquilidad.
Viene todo coordinado: Vestiduras a juego, estructura incluida, colchón del tamaño exacto… todo pensado para ir conjunto. Para algunos esto vale la pena, especialmente si les gusta tener la habitación bonita.
Características más modernas: Los colchones nuevos tienen mejor tecnología de transpirabilidad, los mecanismos de seguridad están actualizados, y algunos tienen innovaciones como bases ajustables en altura.
Tranquilidad mental: Para padres primerizos que ya van con mil dudas, no tener que preocuparse por si el moisés es seguro o no vale lo que cuesta. Tienes instrucciones, servicio de atención al cliente, y la garantía de que está todo bien.
Valor emocional: Algunos prefieren estrenar el primer espacio de sueño de su hijo. A veces son los abuelos los que lo regalan nuevo.
Los que compran de segunda mano lo hacen por…
Ahorro (aunque no sea brutal): Esos 130-160€ de diferencia pueden ir para otras cosas. Si vas a tener varios hijos, ya ahorras en el primero pensando en los siguientes.
Sostenibilidad: Cada vez más gente piensa en reducir el consumo. Si algo está en perfecto estado y solo se usó 3 meses, ¿para qué comprarlo nuevo? Es mentalidad de economía circular.
Estilo vintage: Hay algo bonito en que tu bebé duerma donde durmió su padre o abuelo. Algunos capazos antiguos artesanales ya no se fabrican así, tienen un encanto especial.
Por probar: No todos los bebés se adaptan al moisés. Algunos padres prefieren probarlo de segunda mano sin gastarse un dineral, y si no funciona, no pasa nada.
Están como nuevos: La realidad es que la mayoría apenas se usan 2-3 meses y quedan impecables. Si la estructura está bien, cambias las vestiduras y listo.
Compra inteligente: Plataformas de segunda mano permiten ver el producto en persona antes de pagar, hablar directamente con el vendedor, y muchos tienen sistema de pago seguro.
Conclusión: tú decides según tu situación
No hay una respuesta única que valga para todos. Un moisés de segunda mano puede ser totalmente seguro si sigues el checklist de inspección, pero hay tres cosas que no son negociables:
Colchón nuevo, sí o sí. Esto no se discute – está relacionado con reducir riesgos de muerte súbita y tema higiene.
Las asas son lo más delicado. Hay casos documentados de accidentes, así que míralas con lupa. Y nunca, pero nunca, transportes el moisés con el bebé dentro, ni aunque las asas parezcan nuevas.
Si tienes dudas, no lo compres. La seguridad de tu bebé vale más que cualquier ahorro.
La inversión real queda así:
- Moisés nuevo completo: 260-400€
- Moisés segunda mano: 50-70€ + colchón nuevo 40-60€ = 90-130€
- Ahorro real: 130-270€
Para familias con presupuesto ajustado, usar un moisés de segunda mano de un familiar directo (que sabes cómo se ha guardado) con colchón nuevo es totalmente razonable. Siempre que cumpla los estándares actuales y pase la inspección a fondo de asas, estructura, y que no tenga moho ni bichos.
Si compras de segunda mano a desconocidos, asegúrate de poder verlo en persona, inspeccionarlo con calma, y hacer todas las preguntas necesarias sobre su historia: ¿cuántos bebés lo usaron? ¿Dónde lo guardaron? ¿Por qué lo venden?
Al final, ambas opciones son válidas. Lo importante es que tomes una decisión informada, sabiendo qué mirar y qué evitar. Tu bebé va a estar seguro tanto en uno nuevo como en uno de segunda mano bien elegido.
¿Estás buscando un moisés nuevo con todas las garantías? En Cool Dreams encontrarás moisés de capazo de palma natural fabricados 100% en España, con certificación OEKO-TEX en las vestiduras, colchón perforado transpirable incluido, y cumplimiento total de la normativa europea. Porque la tranquilidad de saber que todo está bien, no tiene precio.

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