Cuando esperas gemelos o mellizos, una de las decisiones más importantes (y estresantes) es elegir el carro gemelar adecuado. En las tiendas te mostrarán opciones bonitas, pero hay aspectos prácticos que solo descubres cuando ya lo has comprado y es demasiado tarde.
Hoy vamos a hablar claro sobre las dos configuraciones principales: paralelo y tándem. Y te adelanto algo: hay razones de peso por las que la mayoría de familias terminan eligiendo el paralelo.

¿Paralelo o tándem? La decisión que marcará tu día a día
La diferencia parece sencilla: en el carro paralelo los bebés van uno al lado del otro, mientras que en el tándem van uno delante del otro. Pero esta simple configuración cambia completamente tu experiencia diaria.
El problema real del tándem que nadie menciona en la tienda
El diseño en tándem puede parecer una solución elegante: es más estrecho (suele rondar los 60cm de ancho) y aparentemente cabe mejor por las puertas. Pero hay un detalle de seguridad que muchas familias descubren demasiado tarde: al cruzar la calle, el bebé delantero sale al tráfico varios segundos antes que el trasero.
Imagina la escena: estás cruzando un paso de cebra y el bebé de delante ya está en medio de la calzada mientras tú aún estás empujando desde la acera. Con una longitud total de 120-130cm, ese carro es prácticamente como llevar una moto. En ciudades con tráfico intenso como Valencia, Barcelona o Madrid, esta diferencia de tiempo puede generar situaciones de mucho estrés.
Los conflictos entre hermanos que sí, existen desde bebés
Otro aspecto que las familias con gemelos conocen bien: la posición importa, incluso para bebés. En un tándem, uno va delante con toda la visión del mundo y el otro va detrás, viendo básicamente la nuca de su hermano.
Los bebés, aunque pequeños, perciben estas diferencias. El de atrás suele protestar más, señala hacia adelante, quiere ver lo mismo que su hermano. Y aunque algunos modelos permiten intercambiar las posiciones, significa parar constantemente para hacer el cambio. En el día a día, esto se convierte en una fuente de frustración continua.
El problema del ascensor que no calculaste
Aquí viene otro detalle crucial: esos 120-130cm de longitud hacen que muchos ascensores antiguos sean prácticamente inviables. En edificios construidos antes de los años 90 (que son la mayoría en centros urbanos), los ascensores suelen ser pequeños. Meter un tándem implica que apenas cabes tú detrás, o directamente no entra.
Y vamos a ser realistas: doblar el carro cada vez que subes o bajas con dos bebés no es una opción práctica.
Por qué el 80% de familias españolas elige el paralelo
No es casualidad que la gran mayoría de padres de gemelos en España opten por carritos en paralelo. Hay razones muy concretas detrás de esta preferencia.
Ambos bebés con las mismas vistas y experiencias
En un carro paralelo, los dos bebés comparten exactamente la misma experiencia. Ven lo mismo, sienten lo mismo, y desde muy pequeños empiezan a interactuar entre ellos señalando cosas, mirándose, comunicándose.
Esta simetría no es solo una cuestión estética o emocional. Los estudios sobre desarrollo infantil en gemelos muestran que esta interacción temprana es fundamental para su vínculo y su desarrollo social.
Manejo más intuitivo y natural
Cuando empujas un carro paralelo, el peso está distribuido de forma equilibrada. No hay un extremo más pesado ni un bebé que “tira” más hacia un lado. Esto hace que la conducción sea mucho más natural, especialmente en cuestas o cuando necesitas girar rápido.
Las familias que han probado ambos modelos coinciden: el paralelo se conduce casi como un carro simple, mientras que el tándem requiere acostumbrarse a una longitud que constantemente te sorprende.
Los modelos que sí funcionan en España: el caso Baby Monsters
Cuando hablamos de carritos paralelos, el gran miedo siempre es el ancho. “¿Cabrá por mi puerta? ¿Y por la del supermercado?”
Aquí es donde marcas como Baby Monsters han revolucionado el mercado. Sus modelos gemelarers tienen un ancho de 67cm, diseñado específicamente pensando en las puertas y pasillos estándar españoles (que suelen ser de 70-75cm). No es el más estrecho del mercado, pero ofrece un equilibrio perfecto entre comodidad para los bebés y practicidad para los padres.
La diferencia de 4-5cm respecto a otros modelos puede parecer mínima en papel, pero en la práctica significa la diferencia entre pasar con holgura o tener que maniobrar en cada puerta.
Además, Baby Monsters fabrica sus carritos pensando en el uso real: suspensiones que funcionan en adoquines y aceras irregulares, ruedas que aguantan el traqueteo diario, y estructuras que se pliegan de forma compacta para el maletero.
La tabla que te ayudará a decidir según tu situación real
Si vives en un piso antiguo con ascensor pequeño
Paralelo sin duda. Un tándem de 120cm no va a entrar en un ascensor de edificio de los años 70-80. El paralelo de 67cm te permite entrar con los bebés y cerrar la puerta sin problemas. Incluso podrás subir con la compra.
Opción recomendada: Baby Monsters Easy Twin o Kuki Twin, que se pliegan fácilmente si necesitas subirlo ocasionalmente por las escaleras.
Si usas transporte público a diario
Paralelo es más práctico. En autobuses urbanos, metro o tren, la longitud del tándem se convierte en un problema constante. Golpeas a la gente, no cabes en los espacios reservados, y subir/bajar es una odisea.
El paralelo ocupa su espacio a lo ancho, pero una vez dentro, no estás constantemente chocando con pasajeros o asientos.
Si tienes un coche pequeño
Aquí hay que medir el maletero antes de decidir. Pero en general, ambos tipos se pliegan de forma similar en cuanto a volumen total. La diferencia está en las dimensiones: el tándem es más largo y estrecho, el paralelo más ancho y corto.
Los maleteros de coches modernos suelen tener más problemas con la longitud del tándem que con el ancho del paralelo.
Si vives en una casa con jardín o en urbanización
En este caso tienes más libertad de elección, porque el tema del ascensor no te afecta. Pero incluso aquí, la mayoría sigue prefiriendo el paralelo por las razones de seguridad y comodidad que hemos mencionado.
Si haces muchos paseos por parques o zonas peatonales amplias, cualquier configuración te funcionará bien. Pero en cuanto vuelvas a zonas urbanas (tiendas, centros comerciales, cafeterías), el paralelo te dará menos quebraderos de cabeza.
Qué debes mirar antes de comprar
Más allá de la configuración, hay aspectos técnicos que marcan la diferencia en el uso diario:
Peso del carro: Los gemelarers suelen pesar entre 12-15kg vacíos. Suma otros 15-20kg de bebés más lo que lleves en la cesta. Busca modelos ligeros pero robustos.
Sistema de plegado: Debe ser rápido y poder hacerse con una mano. Cuando llevas dos bebés, necesitas la otra mano libre.
Suspensión: Fundamental en ciudades españolas con adoquines, aceras rotas y bordillos altos. Una buena suspensión es la diferencia entre bebés tranquilos o llorando por cada bache.
Capota extensible: El sol en España es intenso. Necesitas capotas que realmente protejan, no adornos decorativos.
Cesta amplia: Con gemelos compras el doble de todo. Una cesta que no aguante las compras te obligará a llevar mochilas extra.
La decisión final es tuya, pero informada
No existe el carro gemelar perfecto para todo el mundo, pero sí existe el perfecto para tu situación específica. Lo importante es que tomes la decisión conociendo los aspectos prácticos reales, no solo las fotos bonitas del catálogo.
La mayoría de familias españolas eligen el paralelo por razones muy concretas: seguridad al cruzar calles, equidad entre hermanos, mejor manejo y compatibilidad con ascensores. Y dentro de esta opción, modelos como los de Baby Monsters ofrecen ese equilibrio entre ancho contenido y comodidad para los bebés.
Piensa en tu día a día real: ¿cómo es tu edificio? ¿usas transporte público? ¿cuánto mide tu ascensor? ¿tienes que subir escaleras? Responde a estas preguntas antes de decidir, y acertarás con tu elección.
Porque al final, el mejor carro gemelar es el que te hace la vida más fácil cada día, no el que queda mejor en Instagram.


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