Mes: mayo 2020

  • Atragantamiento del bebé. ¿Por qué sucede y cómo evitarlo?

    Atragantamiento del bebé. ¿Por qué sucede y cómo evitarlo?

    El atragantamiento es la tercera causa de muerte accidental en la infancia en España, por detrás de los ahogamientos y de los accidentes de tráfico.

    En concreto, los atragantamientos resultan letales para un 29% de los niños menores de un año y para el 11% de niños de entre 1 y 4 años.

    Por supuesto, con estos datos , no pretendemos asustarte ni que vivas con pánico una experiencia tan bonita como es la de ver crecer a tus hijos. Pero sí conviene que sepas en qué consiste este tipo de accidente, cuáles son las causas más comunes y cómo deberías actuar para evitarlo.

    Qué es el atragantamiento

    El atragantamiento en un bloqueo por obstrucción de las vías respiratorias. Cuando tragamos, los alimentos pasan de la boca a la faringe, una vía de entrada que comparten el sistema digestivo y el respiratorio. Pero puede pasar que el mecanismo falle y ese alimento se desvíe a la tráquea, de forma que las vías respiratorias queden bloqueadas.

    Tipos de atragantamiento: parcial y total

    Atragantamiento parcial o incompleto: es aquel en el que la vía respiratoria no se ha obstruido totalmente, sino solo en parte, por lo que será posible toser y, de este modo, expulsar la pieza que ha causado el atragantamiento.

    Atragantamiento total: aquí la situación se complica, ya que la obstrucción completa de las vías respiratorias impedirán la entrada o salida de aire. En lugar de toser o hacer algún ruido, el niño o la niña irá palideciendo y luego tomando un color azulado; probablemente, también se agitará y perderá la conciencia.

    ¿Por qué los niños se atragantan con mayor facilidad?

    Los niños menores de 4 años y especialmente los bebés tienen mayor propensión al atragantamiento, porque sus vías respiratorias son pequeñas y se obstruyen más fácilmente, bien sea con un trozo de comida, con un pequeño objeto o incluso con algo de líquido.

    Además, hay que tener en cuenta que, cuando aún no han desarrollado los dientes, a los niños les cuesta más triturar los alimentos, lo que se une a su dificultad para toser fuerte. Esto les hace más vulnerables en caso de atragantarse.

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    Principales causas del atragantamiento en los niños pequeños

    Una comida inadecuada para su edad: como hemos mencionado antes, los niños a los que aún no les han salido los dientes, no son capaces de triturar los alimentos. Incluso cuando ya tienen dientes, es frecuente que se atraganten con trozos de comida demasiado grandes o productos especialmente peligrosos, como los caramelos duros, los embutidos, los frutos secos, las salchichas, los alimentos de textura pegajosa (dulce de leche, quesitos, nutella, gominolas, chicles, etc) y ciertas frutas (uvas, frutas con hueso, cítricos).

    En general, no son recomendables aquellos alimentos difíciles de deshacer en la boca, así como los que tengan formas que puedan bloquear las vías respiratorias.

    Juguetes con piezas pequeñas: en general, los niños son muy dados a “destripar” los juguetes en su afán por explorar el mundo. Pero esto es especialmente peligroso en los  menores de dos años, que tienen por costumbre llevarse a la boca todo lo que pillan. Por tanto, cuando se trata de juguetes con piezas pequeñas fáciles de desprenderse de la estructura principal o con pilas en lugares accesibles, el riesgo está servido, sobre todo si no llevan la certificación adecuada.

    Cuando hablamos de juguetes, también nos referimos a chupetes, biberones y mordedores para bebés. Ha habido casos de niños que se han atragantado con la bolita de un sonajero o con un trozo de la boquilla del biberón.

    Ciertos comportamientos al comer: si, en el momento de comer, un niño está distraído con otras cosas, moviéndose mucho, riéndose o llorando, es más fácil que se atrangante.

    Afecciones de salud: los pequeños con algún problema de salud – trastornos del desarrollo, lesiones cerebrales, etc- son más vulnerables al atragantamiento.

    Apnea del sueño: según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, entre un 25% y un 30% de los niños menores de 5 años presentan problemas de alteración del sueño, entre los cuales está la apnea. Cuando esta se produce, las vías respiratorias se obstruyen durante unos 10 segundos, y puede darse repetidas veces durante el sueño. Te darás cuenta porque el niño o la niña se quedará completamente inmóvil.

    Las causas de la apnea del sueño infantil son diversas y van desde unas amígdalas inflamadas a una mandíbula demasiado pequeña, un problema de vegetaciones, de sobrepeso o alguna malformación en el paladar, la lengua o las vías respiratorias.

    Cómo evitar que tu bebé se atragante

    Ya ves que el tema de los atragantamientos en los niños no hay que tomárselo a la ligera, pero tampoco es cuestión de vivir con el miedo en el cuerpo.

    Si sigues estos consejos, la probabilidad de que tu bebé se atragante será mucho más pequeña.

    Dale la comida adecuada para su edad

    Por norma general, la alimentación del bebé hasta los 6 meses debe ser exclusivamente la leche materna o, en su defecto, de leche de fórmula. El resto de alimentos y el agua quedarán excluidos de su alimentación durante este tiempo.

    A partir de los 7 meses, ya es posible ir complementando la leche con papillas y purés, pero poco a poco, observando su reacción.

    Puedes echar mano de potitos procesados o hacerlos en casa y conservarlos en tarros de vidrio para potito con cierre hermético. Mira en este vídeo cómo usarlo correctamente:

    Trocea bien los alimentos cuando empiece a comer sólido

    Desde los 8 meses aproximadamente, los niños ya son capaces de ir comiendo algunos alimentos blandos (patata o zanahoria cocida, jamón cocido…). Es conveniente que lo vayan haciendo para que practiquen las masticación,  pero siempre con trozos pequeños y asegurándonos de que los trituran y los tragan bien.

    Y recuerda que, si le das pescado a tu peque, ¡es muy importante que esté limpio de espinas!.

    Procura que tu bebé esté quieto mientras come

    Los niños no han de estar moviéndose, riéndose ni hablando mientras comen. Para evitar atragantamientos, lo mejor es que estén tranquilos y concentrados en la acción de comer. Si, para conseguirlo, quieres recurrir a la costumbre actual de poner a tu bebé delante de la tele, el móvil o la tablet, ten en cuenta que un exceso de distracción también puede ser peligroso a la hora de comer.

    Así pues, procura que tu bebé esté quieto y bien sentado cuando coma. Fuera de casa, la misión puede complicarse al no tener a mano su trona, aunque hay muchos restaurantes y bares que disponen de una o varias para los clientes que las necesiten. Si no es así, una solución podría ser llevar contigo un elevador de sillas para bebés. Además de ajustarse a cualquier silla y estar equipado con cintas de sujeción, es plegable y convertible en bolso para poder transportar en él comida y utensilios.

    Comprueba la seguridad de sus juguetes

    Un juguete seguro no ha de romperse fácilmente ni contener piezas pequeñas que los niños puedan arrancar.

    Por supuesto, has de alejar a tu bebé de canicas, pelotas pequeñas, pilas (especialmente las de botón) y globos u objetos de látex, ya que los trozos que dejan estos cuando se rompen son un peligro en caso de acabar en su boca.

    Asimismo, es aconsejable que los juguetes que adquieras o te regalen lleven el marcado CE, que significa Conformidad Europea. Este sello nos indica que el juguete ha sido fabricado siguiendo los requisitos de seguridad, sanidad y protección del medio ambiente exigidos por la Unión Europea. Familiarízate bien con imagen para no confundirla con la de “China Export”, que es muy parecida pero no ofrece las mismas garantías.

     

    Esperamos que todos estos consejos te hayan sido útiles. Recuerda que lo importante es siempre estar informados y saber qué hacer en caso de atragantamiento. Por eso, es muy recomendable que aprendas a practicar los primeros auxilios tanto en lactantes como en niños pequeños, ya que cada minuto cuenta a la hora de salvar una vida.

  • 5 trucos para calmar a tu bebé

    5 trucos para calmar a tu bebé

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    Que un bebé llore es algo de lo más normal, sobre todo durante las dieciséis primeras semanas de vida. Al fin y al cabo, el llanto es la forma que tienen los bebés de llamar la atención de los adultos ante cualquier necesidad o malestar. Es decir, es un mecanismo de supervivencia para ellos.

    Descarta antes las causas habituales

    Si la causa del llanto es algo tan habitual como el hambre, el exceso de frío o calor, una mala postura, un pañal sucio, etc, seguramente tu bebé dejará de llorar en cuanto soluciones el problema en cuestión. Pero si, aún así, sigue llorando y no tienes sospecha de que pueda estar enfermo, no desesperes ni dejes que perciba tu nerviosismo. Te aconsejamos que pruebes antes alguno de estos trucos para calmar a tu bebé.

    Qué hacer si tu bebé no para de llorar

    1. Envuélvelo en un arrullo

    Se trata de un método clásico que ya se usaba en la Antigüedad, pero que se fue abandonando con el tiempo y ahora se ha empezado a recuperar en las sociedades nórdicas. 

    Consiste simplemente en envolver al bebé con una toalla de algodón, una manta o algo similar, de forma que quede como un saquito, dejando la cara al aire. De esta manera, tu bebé no notará el vacío alrededor y se sentirá recogido como cuando estaba en el vientre.

    [ux_video url=”https://youtu.be/Ur_ofbie5VI”]

    2. Deja que escuche “sonidos blancos” un rato

    Este truco sigue la misma lógica que el anterior. Cuando tu bebé aún no había venido al mundo, estaba acostumbrado a escuchar sonidos monótonos y constantes en su universo intrauterino, como la sangre fluyendo o el corazón latiendo. Son sonidos que tienen frecuencias al mismo nivel y crean una atmósfera armónica.

    Pues bien, los “sonidos blancos” que producen determinados aparatos de nuestra vida cotidiana siguen este patrón. Según diversos estudios, estos sonidos no solo le recuerdan al bebé aquellos sonidos orgánicos de la madre, sino que pueden solapar otros ruidos del entorno que le alteran. Al final, su frecuencia cardíaca disminuye y acaba durmiendo.

    Uno de los sonidos blancos que más se utiliza para calmar a los bebés cuando su llanto no cesa es el del secador del pelo. En realidad, no hace falta ni que enchufes el secador. Vídeos como el siguiente ya reproducen ese sonido durante varias horas para que solo tengas que dejarlo encendido hasta que tu bebé se duerma.

    [ux_video url=”https://youtu.be/fkvzH9C83Eo”]

    También existen en el mercado reproductores especialmente pensados para calmar el llanto de los bebés con ciertos sonidos. Un ejemplo es el Sleeping Baby Play, que, además de sonidos blancos, incorpora melodías evolutivas relajantes, creadas y diseñadas por musicoterapeutas profesionales.

    3. La musicoterapia puede ser muy efectiva

    Para empezar, recordemos que, antes de nacer, los niños ya son capaces de responder al estímulo de la música desde el vientre materno. Por eso, se les aconseja a las embarazadas que pongan música cerca de su barriga, para favorecer así el desarrollo del cerebro del bebé y estimular su frecuencia cardíaca. Además, la música de bebés también beneficiará a la madre, ya que aumentará su producción de endorfinas y, por tanto, su sensación de bienestar.

    La música seguirá teniendo estos mismos efectos una vez el bebé haya nacido y durante su crecimiento. 

    En este sentido, según algunos estudios, escuchar música de forma habitual, ayudará a tu bebé en el aprendizaje del habla y mejorará su capacidad de atención y su memoria. También tendrá beneficios sobre su inteligencia emocional y sobre su desarrollo motor cuando ya se mantenga en pie y empiece a dar sus primeros pasos.

    Y, por supuesto, yendo ya al tema que nos ocupa, la música es una herramienta muy eficaz a la hora de serenar a los bebés llorones, porque reduce su nivel de estrés.

    Lo más importante que has de tener en cuenta a la hora de utilizar la musicoterapia para que tu bebé deje de llorar es que no sirve cualquier tipo de música. Esta ha de tener un efecto relajante, por lo que no servirá aquella con un ritmo muy rápido o un tempo muy cambiante. 

    Según los musicoterapeutas, la mejor música para relajar a los bebés es la clásica. El investigador inglés Michele Clements concluyó hace tiempo que la música barroca calma y relaja al niño, sobre todo los sonidos armónicos y agudos de Vivaldi y de Mozart. Esta teoría fue reafirmada después por las investigaciones de Don Campbell, autor del famoso libro “Efecto Mozart”, donde aseguraba también que este tipo de música, al ser rica en simetrías y modelos recurrentes, estimula las conexiones neuronales en el cerebro de los niños. 

    Como curiosidad, comprueba en este simpático vídeo cómo se relaja y se duerme un bebé cuando su padre le pone el himno de la Liga de Campeones, compuesto a partir de una pieza barroca (Zadok el sacerdote, de G.F Händel):

    [ux_video url=”https://youtu.be/bDoKienpOa8″]

    De todos modos, otras músicas que también te pueden valer para el mismo fin son el New Age, las baladas o las canciones de cuna de toda la vida. Prueba la maniobra de Hamilton

    El pediatra californiano Robert C. Hamilton se hizo viral hace unos años al divulgar su técnica para calmar bebés, la cual asegura que funciona en el 90% de los casos.

    Lo que hace Hamilton hace es levantar al bebé con una mano, empezando por su lado derecho, de forma que su bracito quede cruzado sobre su pecho. Después, lo va girando un poco hacia abajo y colocándole su brazo izquierdo cruzado sobre el anterior. Este giro lo harías con tu mano izquierda, en la que se acomodaría el cuerpecito de tu bebé y con la que fijarías su cabecita usando tus dedos índice y pulgar. Mientras, tu mano derecha lo estaría sujetando por las nalgas. El bebé debe quedar inclinado a unos 45 grados con la mirada dirigida al suelo. Luego solo tendrías que mecerlo suavemente de arriba a abajo y, de vez en cuando, balancear sus caderas. 

    Para que te quede más clara esta maniobra, lo mejor es que veas el vídeo en el que el propio Hamilton hace una demostración.

    [ux_video url=”https://youtu.be/j2C8MkY7Co8″]

    Además, según el doctor Hamilton, la posición del bebé en esta maniobra, unida a los movimientos, tienen un efecto antireflujo, por lo que viene ideal cuando el llanto se debe a este problema gástrico.

    5. Dale un masaje suave

    Cuando se hace con movimientos suaves, el masaje tiene un efecto relajante, no solo en los adultos, sino también en los niños.

    El mejor momento es después del baño, pero también puede ser un remedio para calmarle cuando llora de forma insistente.

    Existen masajes específicos para bebés, aunque basta con que vayas masajeando cada parte de su cuerpo de forma delicada y ayudándote de un aceite o una crema. No obstante, si quieres aprender algo más profesional, puedes ver este vídeo, que nos ha parecido muy didáctico.

    [ux_video url=”https://youtu.be/tkRkEj-m_aU”]

    Y tú, ¿qué truco utilizas para calmar a tu bebé?

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